Como mujer trabajadora, tanto una camisa como una americana son una inversión importante. Los camisacos de mujer son prendas importantes para la mujer trabajadora porque son flexibles y pueden combinarse con todo y son formales. ¿Cuáles son los criterios para elegir la camisa adecuada? Aquí tienes cuatro consejos para elegir camisas de mujer.
Talla perfecta
Una camisa de la talla adecuada (ni demasiado pequeña ni demasiado grande) es lo más importante. Vas a estar activa todo el día, por lo que necesitas libertad de movimientos y comodidad.
Si te aguantas la barriga todo el día con la camiseta puesta, significa que te aprieta demasiado. Si tu cuerpo parece “ahogado”. Eso significa que la camisa es demasiado grande.
Entonces, ¿cuáles son los criterios y los marcadores de talla que se ajustan a las camisas de mujer? Cuando te pruebes una camisa en la tienda, presta atención a los botones.
Cuando están abotonados, los bordes del botón deben estar perfectamente sujetos y no deben verse abiertos. La camisa también debe seguir las curvas del cuerpo en la zona de la cintura y la espalda. La camisa es demasiado ajustada si te resulta difícil doblar los brazos o abrazarte. Así que asegúrate de que tu camisa es de la talla adecuada.
Evita las camisas colgantes
La longitud de la camisa es importante. Los camisacos de mujer formales deben seguir cubriéndote el estómago y la espalda cuando levantes los brazos o después de ponerte en cuclillas o sentarte.
Lo mismo ocurre con la posición de la camisa cuando se introduce en una falda o pantalón subordinados. Si se sale demasiado a menudo de la línea de los pantalones o faldas, significa que su camisa es demasiado corta.
Elija el material más cómodo
Para vestir durante todo el día, es importante que los materiales sean transpirables y frescos. El algodón es sin duda la primera opción. El algodón 100 por cien es cómodo contra la piel, resistente, confortable y fácil de cuidar.
El algodón es cómodo, pero a veces su naturaleza hace que se arrugue con facilidad. Aunque en el trabajo hay que tener siempre buen aspecto. El rayón o el tencel pueden ser un material alternativo cómodo, fresco, ligero y que no se arruga fácilmente.
Presta atención a los extremos de las mangas y el cuello
Cuando compres una camisa de manga larga, asegúrate de que tiene puños que te faciliten doblarla cuando la necesites. Su longitud debe poder cubrir libremente la muñeca cuando el brazo está doblado o estirado.
Las mangas de camisa demasiado cortas o demasiado largas resultarán incómodas con tu aspecto general. No olvides la zona del cuello. El cuello de los camisacos de mujer enmarcará tu cara.
Cuando te encuentres cara a cara y mantengas una conversación, el cuello será lo primero que mostrará tu atuendo. Desde luego, un buen cuello no debe tener una circunferencia demasiado estrecha.
Además, el cuello también debe tener un aspecto robusto y recto, con una capa de endurecedor en su interior. La robustez de su cuello demuestra atención al detalle en su forma de vestir y de trabajar.