Los cascos se llevan en los astilleros y en las obras de construcción desde hace más de un siglo. Aunque el material con el que se fabrican ha evolucionado desde la lona hasta el acero y el plástico rígido, el diseño del casco tradicional no ha cambiado mucho, hasta ahora.
En un esfuerzo por mejorar la seguridad en el trabajo y, en concreto, por reducir las lesiones en la cabeza, muchas empresas de construcción están sustituyendo el casco tradicional por cascos de seguridad.
De acuerdo con la norma ANSI/ISEA Z89.1, los cascos tradicionales están diseñados para proteger a los trabajadores de la caída de objetos, pero los peligros en las obras de construcción vienen de todas las direcciones.
¿Por qué son cada vez más populares los cascos de seguridad?
La limitación más peligrosa de un casco es que es probable que se salga de la cabeza de un trabajador durante un resbalón, un tropiezo o una caída. Los cascos utilizan un sistema de suspensión que no asegura necesariamente el sombrero en su sitio.
Esto permite que el casco se deslice fácilmente si el trabajador se cae, se inclina hacia delante o mira hacia arriba.
Según un estudio realizado por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional, “el sector de la construcción es el que registra el mayor número de lesiones cerebrales traumáticas cada año, en comparación con cualquier otro sector.”
Dado que las caídas son el principal peligro para la seguridad que denuncia la OSHA año tras año, no es de extrañar que la normativa del sector sea cada vez más estricta.
Al igual que los cascos que llevan los alpinistas y los ciclistas, el casco de seguridad ofrece una mayor cobertura en la parte posterior y los laterales de la cabeza, junto con un forro interior de espuma para una mayor resistencia a los impactos.
Los cascos de seguridad están equipados con una correa de barbilla ajustable para asegurar el casco y garantizar que permanezca en la cabeza del trabajador en caso de caída.
En determinadas situaciones, el diseño de un casco sin borde también puede mantenerle más seguro al permitirle identificar los peligros que pueden quedar bloqueados por el borde de un casco tradicional.
Ventajas y desventajas de los cascos de seguridad frente a los cascos de trabajo para la construcción
Si trabaja en sectores como la construcción, el petróleo y el gas o el transporte, en los que está expuesto a la caída de objetos y a resbalones, tropiezos y caídas, un casco de seguridad con correa para la barbilla tiene más posibilidades de permanecer en su sitio.
También tiene una mayor área de cobertura, protegiendo las orejas y la parte posterior de la cabeza. Un casco de seguridad puede beneficiar tanto al trabajador que lo lleva como a la empresa para la que trabaja, ya que reduce el número de días de baja por lesiones.
El precio podría considerarse una desventaja de los cascos de seguridad. El precio de un casco de seguridad puede oscilar entre 80 y 150 dólares, en comparación con el de un casco de protección, que oscila entre 15 y 50 dólares.
Aunque el precio es mayor, también hay que tener en cuenta la vida útil del producto. Según el sitio web Construction Junkie, “los cascos KASK tienen una vida útil de 10 años, mientras que los cascos estándar suelen tener una vida útil de cinco años”.